lunes, 3 de junio de 2013

TRIATLÓ DE BALAGUER 2013

Es otra historia, otro tipo de triatlón. Hay cosas a favor y otras en contra como todo en esta vida aunque lo que es innegable es que es otra división. Para empezar el precio, asequible tanto si te inscribes pronto como si lo haces a última hora. Para continuar hay algo a lo que yo no estoy acostumbrado y que es de agradecer que es el horario... poder hacer un triatlón de media distancia sin levantarte a las 4:00 de la mañana es un lujo. El hecho de que se inicie a las 14:00 y ademas en sábado ya es de locura: puedes prepararte los trastos el mismo sabado, viajar, correr y descansar el domingo. Algo fuera de lo normal. Pero si, esto conlleva una serie de inconvenientes o de cuestiones que no me favorecieron al no estar acostumbrado. 
Pues con todo y eso llegué tarde... lo cual me obligó a hacer una T0, es decir, dejar zapatillar en Balaguer y coger la bici e irme a St. Llorenç, unos 10 km para ir calentando. Al llegar allí una mala noticia: el agua está fria... se recorta el tramo de natación a 1.100 m. Esto unido a un recorrido a 2,5 vueltas dieron como resultado que no pude nadar ya que este tramo fue de lo mas parecido a un deporte de contacto: patadas, golpes, manotazos, empujones, parones e incluso insultos. Salgo del agua en 18:04 a 1:38 min/100m., seguro que faltaba algun metro que otro... T1 lenta por tener que guardar el neopreno en la bolsa, cojo la bici y a pedalear.
Y a sufrir, de hecho ya desde el inicio empezamos a subir y a mi me dió la sensación de que no paramos de hacerlo. Recorrido con rampas exigentes y desprotegidas de la vista y el sol seguidos de falsos llanos que iban picando hacia arriba, como muestra la foto superior. Hasta llegar al Port d'Ager un puerto que cogimos ya empezado pero que tiene rampas de hasta el 13% y siempre con viento en contra. Un via crucis. Llegar arriba y bajar para saber que lo tienes que volver a subir pero sin saber, por mi parte la sorpresa que me esperaba. Bajando alrededor de los 70 km/h llegamos al desvio de Agulló y rodamos hasta llegar al pueblo. Y ahí estaba la sorpresa: un muro al 14%. Animado veo a cuatro o cinco corredores practicamente clavados, ya que al llegar pasabamos por un tramo de piedras y tierra, sin asfaltar. Empiezo el muro con decisión. Hormigón con rayas transversales para evitar que los coches patinen. Roto. Disgregado. De pie con todo puesto y acercándome a unos insensatos que habian ido alli con cabras... un pequeño giro y veo que no habia llegado ni a la mitad. Muero. Bueno, casi. Saco fuerzas de donde no habia y llego arriba. El corazón entre la cabeza y la boca. Bueno, pienso... ahora solo toca subir por segunda vez el Port d'Ager. Voy allà. Inconsciente de lo que aún me esperaba. Pienso: un apreton de una media hora o un poco mas y bajamos. Pero el cuenta kilometros no cuadraba. Sigo. Un viento demencial parece ir girando para soplar siempre en contra. Pero subo. Ahora ya no paso a nadie, sintoma inequivoco de que estoy muy justo de fuerzas. Llego al puerto y bajo... bufff. Tan cansado que no logro ir cómodo cuando adopto la postura aerodinámica que me hace rodar alrededor de los 80 km/h. Un cierto pánico a la vez de una sensación de velocidad brutal. Parece que la bici se vaya a desintegrar en cualquier momento. No. Bici y yo seguimos al llegar a lo que parecía una broma de mal gusto. Y esto me pasa por no estudiar bien las carreras antes de ir y meterme. La broma, otra mas... Inicio del bucle. Pienso yo: ahí esta la diferencia entre el cuenta kilometros y mi ruta mental. Pasado Les Avellanes. Giro a la izquierda hacia Os de Balaguer, subiendo, un falso llano. Apestoso. Caluroso. Achicharrante. No queda casi nada en las piernas. Pasado Os de Balaguer vamos hacia Tartareu. Rampón de nuevo con avituallamiento de la gente del pueblo. No se ni donde estoy. Llegamos a Vilamajor, que no se porque se llamará asi. Y veo que estoy a media subida del Port d'Ager otra vez. En este punto si cojo al tio que diseñó el recorrido lo mato. Sigo, como no. Corono por enésima vez el puerto y otro descenso vertiginoso que me lleva esta vez hasta Balaguer para allí someterme al peor de los castigos: el mur de la Creu. Una calle que baja con una pendiente que no te permite frenar gira 180 grados y sube al 17%. Un verdadero muro que me hace exprimirme hasta el maximo. Corono sin oxigeno, mareado y contento, se acababa el suplicio. Imagen que da una pequeña idea de la pendiente.
T2 muy rapida, sobre el puente del Segre. Impresionante. Tiro la bici, recojo las zapatillas y a correr. Sin muchas mas historias, troto por flato 1 km, corro a unos 4:40 min/ km hasta el km 10 y una vez allí acuso mucho el esfuerzo de las últimas tres semanas y el medio parón de la penultima. Bajo el ritmo viendo que va a ser muy dificil mantenerlo y me conformo con intentar bajar de las 6 horas en un triatlón que por su desnivel no me es nada propicio pero que he podido afrontar con dignidad. Entro en meta en cinco horas cincuenta y cinco...Con el Reus hacemos quintos, lo cual no es para nada lo esperado pero con mi mejor carrera, que podia estar alrededor de las 5h 20' o 5h 30' no hubieramos pasado del 3er puesto. Satisfecho del esfuerzo.
Tiempos: sw 18' 04'' (1:38), bike 3h 38' 49'' (24,68 km/h), run 1h 57' 59'' (5:35 min/km). Pos. 153º. 33º V1M, 27º 40-44.

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